Hemos llegado a un día difícil. En estos momentos la
sangre bulle por tus venas inundando tu corazón que bombea con una frecuencia
seguramente mayor de lo habitual. Vas a intentar conciliar tu fácil sueño con
tu mente puesta en el camino que viene desde Oriente.
La paz que emana de tu carita cuando duermes hoy será
como todas las noches de Reyes, mucho mayor. La alegría que has tenido desde
hace por lo menos un mes, la ilusión y lo blandito que ha estado tu corazón
valen demasiado como para no olvidarlo jamás, en toda la vida.
Tu pequeña conciencia se ha tambaleado en las últimas
semanas antes las alarmantes noticias que iban llegando a tu cerebro. ¡No es
posible que los Reyes Magos no existan! Tú, como siempre desde muy pequeña has
confiado plenamente en nosotros, has venido a refugiarte, me temo que esperando
que te dijéramos que sí, que existen y te lo hemos estado diciendo.
Por fin ha llegado la noche más esperada del año para un
niño, la de los sueños a lo grande, la más larga y corta a la vez. Larga por lo
interminable de sus segundos, Corta porque en muchas ocasiones están a punto de
juntarse el momento de cerrar y el de abrir los ojos para salir a por los
regalos y los Reyes han tenido el tiempo escasamente justo para poder dejar su
voluminosa mercancía.
Mañana cuando despiertes verás montones de juguetes.
Piensa que en ellos va todo nuestro cariño e ilusión. Nos habría gustado que
esta verdad nunca la hubieras sabido, poder repetir esto todos los días de
Reyes de tu vida. Seguro que algún día recordarás estas noches de nervios y las
mañanas de emoción cuando tu estés
haciendo lo que nosotros ahora por tí y tu hermana, a la que por suerte aún le
quedan ilusiones para unos años. ¡Claro como vino más tarde!
Ahora pensarás en el humilde ratoncito Pérez, pues si,
vive en el mismo sitio que ellos, en tu imaginación.
Lo más difícil de todo este asunto es que tú comprendas
que esas mentirijillas que te hemos dicho durante tanto tiempo y que vas a
descubrir como las primeras que te decimos, eran necesarias para que tu ilusión
volara, que viajara por el mundo de los sueños, de la fantasía, de la
felicidad, donde todos tenemos libertad absoluta, y por el que todos hemos
estado y vamos con cierta asiduidad.
Piensa que seguiremos siempre diciéndote la verdad y que
aún así podrás seguir viajando libre por tu universo interior, donde existen y
siempre deberán existir el ratoncito Pérez y los Reyes Magos.
No
pierdas nunca tu ingenuidad, tu imaginación, tu fantasía, tu bondad, tu...
¡¡¡Te queremos pequeñaja!!!.
Javier
5 - Enero - 1993
Esta carta fue escrita para María, mi
hija mayor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario