jueves, 28 de mayo de 2015

¿Me he perdido algo?

Todos los días me tiene que sorprender algo y, puestos a que así sea, preferiría que fueran mis alumnos los que lo hicieran desde su imaginación y creatividad y, si me apuráis, desde la imprudencia que les otorga su edad preadolescente.

Ayer por la mañana, nada más llegar a mi centro, me encuentro a un compañero que me para con urgencia para ver si le podía resolver una duda. ¿Existe el TDAH emocional? Yo le miro con cara de extrañeza preguntándole de dónde ha sacado eso. Una madre se lo ha transmitido de parte del psicólogo que lleva a la niña. Tal vez sea lo que la madre entendió porque si no… es increíble.

Le explico lo importante de las emociones para las personas y muy especialmente para los afectados por el TDAH, ya que su autoestima suele estar en niveles excesivamente bajos dificultando sus relaciones, su rendimiento académico… su vida en general. Le insisto en que no deje ni un momento de animar a su alumna y de hacerle ver todo lo que vale, ya que es el camino para que supere todas las dificultades junto con la labor del resto de profesionales y personas en general de su entorno, pero que se olvide de ese subtipo que no existe.

¡Vamos! Lo que nos faltaba. Entre desinformados, desinformadores, agoreros, pregoneros y demás patulea que anda suelta por este mundo donde nuestros afectados por el TDAH son lo único que importa, solo nos quedaba por encontrar inventores de tres al cuarto.

De todos modos, por si me he perdido algo con el ajetreo del curso y mi cercana operación de vesícula, me he ido a comprobar el nuevo DSM 5 y ¡menos mal! No lo han inventado aún. ¡Qué descanso!
                                                
                                                             Javier Lozano 28- Mayo - 2015


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