jueves, 4 de diciembre de 2014

Matemáticas con tomate

Esta mañana, en un grupo de 2º de E.S.O., explicaba los repartos directamente proporcionales. Cuando había contado ya dos o tres veces un detalle imprescindible para que lo entendieran, una chica de la primera fila, poniendo una carita inconfundible que me conozco de memoria, me decía eso de… “no lo entiendo”. Son esos momentos en que ya has tratado de contarlo de varias maneras y te das cuenta de que tienes que volver a reinventarte, a imaginar cómo volver a decir lo mismo más y más veces hasta que esa cabecica llegue a pillarlo. Con todo el cariño del mundo, y sin perder la esperanza de conseguirlo, he repetido la operación pero la cara no cambiaba. En ese momento, en el que ya le había puesto un par de ejemplos de lo más mundano, de esos que enlazan lo que explicamos con la realidad que rodea a nuestros alumnos, y de la que tanto se olvidan nuestros programas y demás papeles que acechan nuestro quehacer diario, he decidido bajar un escalón más e irme directamente a su vida, a algo que puede pasarle cualquier día a ella misma en su casa.

Vamos a ver, le he dicho, imagina que llegas a casa y tu madre se ha olvidado de comprar tomate que necesitaba para echar a la comida. Entonces, aprovechando que llegas, te pide que bajes a comprar y ya de paso que compres más de una, ocho por ejemplo, porque ya que vienen las navidades con las cenas y comidas familiares… Como no tiene suelto te da 50 euros. Bajas, compras las 8 latas, las pagas pero no se te ha ocurrido mirar el precio. Cuando subes a casa, tu madre te pregunta… Oye ¿cuánto valía una lata? ¿Qué harías para saberlo?

Tras un pequeño silencio que cruzaba la clase de esquina a esquina, mientras la chica pensaba en euros y latas, una vocecilla ha cruzado el aula con la solución más rápida, exacta e ingeniosa… “Pues mirando el ticket”.

Una vez más la frescura mental y el ingenio de estas mentes preadolescentes nos vuelve a sorprender. ¡Cuánto nos pueden enseñar a nosotros que creemos saberlo todo!

                                               Javier Lozano 4 – Diciembre -2014

No hay comentarios:

Publicar un comentario