
Desde
el momento en que nos conocimos traté de hacerles ver la importancia de dar una
buena imagen ante el resto del profesorado, lo más cercana posible a la
realidad. La verdad es que las sensaciones habían sido muy buenas,
confirmándose en cierto modo días después en la primera reunión con sus
familias donde me confirmaron que eran felices conmigo, incluso muchos de ellos
con una autoestima muy baja por experiencias anteriores.
La idea que
siempre persigo y que esta vez va dando sus pequeños frutos es que den una
buena imagen como grupo, especialmente ante el resto de profesores, que se queden
con ella y actúen en consecuencia. Ya sé que eso de que si se desea algo puede
convertirse en realidad no es una certeza, pero sí que influye en la manera de actuar
del docente ante los alumnos. Siempre, las expectativas que se tienen respecto
a un grupo de alumnos provocan un trato que hace que su respuesta se traduzca
en comportamientos que finalmente se acercan a lo esperado.
Todo esto sería como
aprovechar de manera positiva el tan negativo y despreciable etiquetado de un
alumno ya, que partiendo de una situación falsa que definimos, al final
conseguimos convertirla en verdadera, es lo que se conoce como profecía
autocumplida o efecto Pigmalión por el que si tenemos unas altas expectativas
del grupo y ellos lo notan, mayor será la posibilidad de conseguir el objetivo
previsto.
El
curso no ha hecho más que empezar, ahora el siguiente paso es elevar el
rendimiento académico. Espero que habiendo preparado un ambiente en el que se
puede trabajar mejor, salpicado de valores como el esfuerzo, el respeto a los
demás, etc. y estando todo lo a gusto que un alumno puede estar en el aula,
porque seguramente preferiría estar mejor en el parque jugando con sus amigos,
podemos empezar a esperar que progresivamente y sin perder nuestra paciencia,
poco a poco las cosas vayan cada día mejorando un poco más para conseguir que
pasen al curso siguiente el mayor número posible de alumnos. Seguiremos sin
prisa pero sin pausa a ser posible con una sonrisa sincera y sin que ninguno de
los fantasmas que acechan y pululan alrededor de nosotros en este mundo
educativo puedan asustarnos.
Javier
Lozano 20 – Octubre - 2014
No hay comentarios:
Publicar un comentario