Hace unos días vi sufrir a una
madre por su hijo, un niño con TDA trabajador y buena persona, cariñoso e
inteligente. Sí, de los que meten más horas que el reloj ante un libro y al
llegar a clase y preguntarles parece que ni tan siquiera lo han abierto. La
causa no ha sido el trastorno, ni la madre, ni tan siquiera un malentendido o
una palabra más alta que otra, sino una profesora poco sensible, cuya humanidad
deja tanto que desear como su nula formación en el propio trastorno. Claro que
esto último se puede adquirir pero lo anterior me temo que ya es un poco tarde.
Teníamos
una sesión de formación sobre el TDAH, que yo coordino desde hace seis años, en
la que nos reunimos una vez al mes y comentamos algunas cuestiones que sirven
para ir aprendiendo lo esencial para tratar a estos niños y niñas desde el
aula, la familia… y ese día tocaba precisamente este último ámbito. Llegó con
su sonrisa habitual, de esas que dan confianza, pero al momento sus ojos
brillaban de un modo que sólo las lágrimas a punto de escaparse consiguen. Su
hijo necesita un poco más de tiempo para los exámenes de Lengua y así se lo hizo
saber a la profesora. La reacción de ésta fue una de esas frases para enmarcar,
lapidaria donde las haya, de las que hacen época. “Tu hijo termina siempre el
último, ya tiene bastante tiempo”. Es decir, que no es capaz de ver lo que
tiene ante sus narices, un niño que necesita unos pocos minutos más que sus
compañeros.
La
madre todos los días llama desde su trabajo para preguntar al crío cómo le ha
ido la mañana y ese día, al comentar la situación, terminó con una discusión tras
la que el chico le colgó el teléfono. La madre llorando volvió a llamarle
inmediatamente para pedirle perdón porque reconocía que su impotencia ante la
situación le había hecho perder los papeles pagándolo con quién menos culpa
tenía, su hijo. Tras una hora fue él quien la llamó de nuevo para decirle que
ya había hecho todos los deberes de matemáticas. Su respuesta, al comprobar el
estado de la madre, fue demostrarle con hechos que no le importa trabajar. Ella
nos contaba entonces las ganas que tenía de llegar a casa, ver a su hijo y
abrazarle mientras seguramente llorarían juntos.
Pasó
la sesión de mi seminario sobre el TDAH como cualquier otra para ella, participando
y disfrutando con el tema para aprender al máximo, siempre por su hijo, a pesar
de su bajo estado de ánimo que le había hecho incluso venir a las seis de la
tarde sin haber comido ese día. Por la noche me interesé por su estado de ánimo
y por el final de su dura jornada, y en su correo me decía… “Cuando llegué a casa después del seminario, él
ya me estaba esperando. No más abrir la puerta nos fundimos en un gran y largo
abrazo y volví a pedirle perdón con un susurro cerca de su orejita”.
Javier
Lozano 23/Enero/2014
Javier Lozano 23/Enero/2014
Es muy triste pero es así. Más de una vez he llorado por la impotencia ante una intransigente profesora de inglés, a la que le da igual que necesite más tiempo, o que la razón por la que cambia letras es una dislexia asociada al tdah.
ResponderEliminarY sí estudiando con él muchas veces me frustro, y acabo gritando, me arrepiento al momento, pero el mal cuerpo queda.
Te frustras y le gritas.... y claro tu hijo de seguro siente un placer orgasmico al ver que le gritan a cambio de haber nacido con tda no?
Eliminarhermoso relato....soy mama de un nene con tdah, si bien esta en la primaria y no llegue a estas instancias, se que tendre que pasarlas y gracias a las experiencias que leo sabre tambien como encararlas, besotes desde Argentina. Paula
ResponderEliminarHermosas palabras, soy mama de un nene con TDAH,si bien esta en la primaria y no llegue a estas instancias, se que tendré que pasarlas y estar preparada para sostenerlo y defender cada situación que surja...gracias por las experiencias ayudan mucho, besos muy grande desde Argentina . Paula
ResponderEliminarLLore?? recuerdo, que cuando volvíamos a casa,luego de saber que mi hijo tenia Tdah.. llore tristemente creo que fui la única vez... no sabia que hacer..hasta que tome la firme decisión de informarme y sacarlo adelante, y gracias a Dios día a día que pasa lo vamos logrando, con nuestras desventuras y alegrías que por ahí nos hacen largar lagrimitas pero son de emoción dado que mi hijo en el día de hoy esta muy bien!!!
ResponderEliminarHay profesores con una planificación muy cerrada. Si te gusta ser docente y ejerces de ello no puedes dejar a un lado la atención a la diversidad.
ResponderEliminarAdemás el TDAH no necesita unas adaptaciones curriculares muy costosas. Son bastante factibles y a ellos les da muchas oportunidades.
Me gusta tu blog, soy también pedagoga y estoy formándome en el TDA-H.
Totalmente de acuerdo Noelia. Si necesitas algo ya sabes dónde encontrarme.
ResponderEliminarMuchas gracias
Los niños con down, a los que les faltan miembros, o no caminan, quemados, ciegos, sordos, refugiados de guerra, digo sin menospreciar porque su merito es muy inmenso, pero si es cierto que todo mundo les admira, les hacen homenajes, vienen artistas a llorarles a cantarles, los abrazan, los besan.
ResponderEliminarSin embargo hay una variedad de niños con problemas, pero tienen la maldición de que lo que les pasa nadie lo ve a simple vista, a cambio de su dolencia les aguardan ofensas, heridas y desprecio, me refiero a los llamados locos, y gente con tda, algo muy común de ellos sin querer tiran un lápiz o algúna cosa pero no se acuerda ya que no puede controlar su atencion, acostumbrados a que les roben y les maltraten gritan que algo les robaron, uno de los niños lo.mira con burla discretamente el niño cree que algo le robo, se pelean a golpes, la maestra los separa, el niño esta castigado, quedo como tonto,la niña que le gusta lo mira con miedo y desprecio, y tendrá que enfrentar el cinturón de su papa o las manos de su mama, y lo que falta....y pasa el día anochecer y la mama enojada sin beso de buenas noches lo manda a dormir, el niño abrazando su peluche, agarrado de su cama ya sabe lo que es llorar con los truenos, con el silencio de la noche y sobretodo rogando la muerte, porque que hay de su dolor....amanece es otro día y que...le va a contar lo que siente a su disque amigo....para que le diga no tienes nada hay gente peor que tu, deja de quejarte, es que no le hechas ganas, creo que ningún hombro basta para contener su llanto, y para colmo nadie entiende lo que dice porque por el toda tiene problemas para redactar, que sera de su dolor... Intento concientizar a la gente porque ahí veo papas que dicen llorar por sus niños pero cuanto lloraran esos niños que ningún humano quiere ni imaginar cuanto lloran, además cierro diciendo que si hablamos de valentía, fuerza, arrojo sobrehumano,los que tienen tda, los llamados locos y tienen enfermedades que van mas allá de lo evidente son campeones indiscutibles porque a diferencia de los demás tienen mas problemas, enemigos, desprecio y todo a cambio de recibir siempre el menor reconocimiento y elogio posible.