
Llegados
a este punto de saturación psíquica no debemos engañarnos y debemos ver más
allá de nuestras narices. Nos queda el tramo más agradable del curso por la primavera
y sus travesuras, pero el más duro, ya que nuestros chavales lo acusan
demasiado y somos las tristes "víctimas" de sus alegrías. ¿No sería
bueno reforzarnos mentalmente para el fin de curso ya desde ahora? ¿motivarnos
a nosotros mismos por una vez?
Debesse
decía que la educación no crea al hombre, le ayuda a crearse a sí mismo.
Ayudemos a nuestros alumnos a seguir creándose aún en esta época dura para
todos. Sabemos que la escuela es sólo un granito dentro de la sociedad, pero
puede ser una semilla que desarrolle con fuerza por medio de nuestros chavales
los valores por los que todos luchamos cada día.
Aunque
estemos cansados, no desfallezcamos ahora, tratemos de compenetrarnos con
ellos, creamos en nuestros alumnos, seamos con ellos padres, no padrazos,
cariñosos pero exigentes, pensemos que ellos son nuestro único motivo. Si nos
lo proponemos tenemos tajo, no recompensas económicas, pero si satisfacciones
personales que también son necesarias. Tenemos todavía que centrar a los de 1º,
apoyar a los de 2º, lanzar a los de 3º, comprometer a los de 4º y alentar al
resto ante los nuevos retos que les esperan. Todo esto haciendo de ellos
hombres libres y alegres pero conscientes y responsables como realidad dinámica
en constante evolución.
Es
ya hora de reforzar nuestra voluntad ya que, como dice Rousseau en Emilio
"volenti nihil difficile", a una fuerte voluntad nada le resulta
difícil. El instante justo ha llegado, es el momento de tomar carrerilla para
subir la recta final. Centremos nuestro esfuerzo más que nunca en la
consecución de valores como el amor, la libertad, la responsabilidad, etc...
demos la mano a los que más nos necesitan, a los más débiles, los más
desfavorecidos, pero no olvidemos que todos están inmersos en un núcleo, una familia,
que puede ser su lanzadera.
Pensad
que la educación es un proceso esencialmente dinámico y para que así sea
debemos estar atentos, con los ojos bien abiertos. Quizá en nuestra fuerza de
voluntad esté el secreto. ¡Ánimo! no desfallezcáis ahora, que ya queda poco.
Fco.
Javier Lozano
20/03/94
ciertamente, qué dura se hace la recta final... tb para los papis!!!
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