martes, 26 de marzo de 2013

El valor de las personas


Este fin de semana he estado por Valencia para apoyar una campaña de sensibilización para conseguir el día mundial del TDAH. La verdad es que desde que Juanito comenzó a dar vueltas por ahí, hace ya casi un año, he tenido la oportunidad de conocer gentes de muchos lugares.

Hace ya unos meses, y parece que fue ayer, estuve en Badalona, donde sus gentes me trataron de maravilla, regalándome un cariño que me impresionó. Yo creía que aquello no se repetiría y dejó en mí una huella que nadie podrá borrar, no sólo en lo relativo a la charla y presentación del libro, sino en todos los aspectos.

Tres meses y algunos días después me pidieron que fuera a Camas, en Sevilla, una pequeña población tal vez más conocida por algunos vecinos famosos. Ya por mail y teléfono me trataron de maravilla. Llegué a la capital y mis sevillanos me volvieron a tratar con el cariño y la dulzura que ellos portan consigo con singular naturalidad. En mi estancia se coló un Madrileño que quería conocerme y que ha pasado toda su vida prácticamente entre Barcelona y Badalona, un señor del baloncesto, pero sobre todo una gran persona, Aíto García Reneses. Volví tras la charla y presentación allí encantado de la gente y el trato recibido.

Ahora vuelvo de Valencia con el sentimiento de haber dejado también allí parte de mi corazón, porque una vez más el trato de la gente relacionada con el TDAH ha sido, como siempre, exquisito. Allí he tenido además la suerte de reencontrarme con un amigo de hace años, fuera del acto al que había ido a esta ciudad. Me paseó por las hoces del Turia y me enseño más lugares de la zona, acompañado de varios amigos suyos que ahora lo son también míos, un pequeño puñado de personas que en sus días de juventud, ya hace algún tiempo, unos cuantos kilos de más y bastantes canas, en el caso de que quede pelo todavía, pertenecían a un grupo scout. ¡Qué recuerdos!

Volvía recordando en mi viaje de vuelta esas últimas horas con familias que luchan sin descanso por sacar a sus hijos adelante. Ha pasado como en una película todo este tiempo en que Juanito, que no para de sorprenderme como buen niño con TDAH, me presenta gente sin parar. No sé cómo ha llegado a mí, como un recuerdo amarillento, aquella vieja cassette en las que sonaba un poema de Miguel Hernández, cantado por Cafrune, que hablaba de las gentes de las distintas zonas de España, entre otras decía… catalanes de firmeza, andaluces de relámpagos nacidos entre guitarras,  castellanos de alma, valencianos de alegría y aragoneses de casta. No sé si el poeta tendría razón o no, si estaba o no en lo cierto con sus apreciaciones, pero lo que sí puedo decir es que desde que pisé Badalona hasta este fin de semana en Valencia, pasando por Camas y Sevilla, he podido una vez más refrendar una teoría, tan vieja como sencilla. Siempre hay personas buenas en todos los sitios, gente amable y agradecida que saber darte lo mejor de sí misma. Gracias a cuantas personas conocidas o no se han cruzado en mi camino. ¿Cómo no voy a seguir intentando desde la sencillez y humildad que me han enseñado ayudar en lo poco que sepa si puedo?

Javier
26/03/2013 

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