
Tengo
curiosidad por los resultados, a la vez que mucha confianza en ellos. Esta vez
han sabido trabajar mucho mejor y quiero y espero que salgan lo mejor posible
para que aprendan que ese valor tan devaluado hoy como es el esfuerzo merece la
pena, que cuando se lucha por algo, cuando se consigue llega a nuestro ser esa
paz y esa sensación de felicidad que solo sabe dar el trabajo bien hecho.
Las
caras no son las de cualquier otro examen, en este han sabido meterse de lleno
y se nota en sus rostros serenos, más que preocupados o nerviosos, en sus
miradas de confianza en sí mismos. Ojalá mañana al darles sus resultados, el
momento sea una fiesta y que, tras ese momento, al tomar conciencia y
consciencia de sus logros esta mañana marque un antes y un después. Solo quiero
que sea el despegue para muchos hacia su incipiente madurez.
Hoy,
mi impaciencia por los resultados casi es mayor que la de ellos. Quiero que
venzan la indolencia de la edad, que descubran sus lagunas para erradicar todos
los errores posibles porque, como decía Lawrence M. Kraus “El propósito de la educación
no es medir la ignorancia, sino superarla”
Espero
que esta vez sea la definitiva, ese paso que todos necesitan y para el que,
aunque muchos sigan ignorándolo, les seguiré tendiendo mi mano para que, a ser
posible, al día siguiente no volvamos ya jamás a cometer los mismos errores de
siempre. ¿Será posible? No sé yo.
Fco.
Javier Lozano - 27 - febrero -2020
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