Carmen,
una madre desesperada ante el descubrimiento del problema de su hijo, como
muchas de las madres de nuestros niños TDAH, busca apoyo y tras una entrega total
va consiguiendo información y poder ser el punto de apoyo que su hijo necesita
para salir adelante en la vida. Para ello necesita la ayuda, no siempre fácil,
de la persona que tiene a su lado y que al principio no sabe o no quiere ver el
problema. Recuerdo esos comentarios que te hacen sonreír porque ves que has
conseguido el objetivo que buscabas con el libro, ayudar a muchas familias a
seguir en este tortuoso camino y que no hay que dejar, porque al final de él
está la felicidad de esos pequeños que algún día serán adultos. Comentarios
como “Has bordado la figura de la madre” “La has clavado” “Esa madre es como yo”
“Todas somos como Carmen” y muchos más referentes a los demás personajes y
situaciones. Todas vuestras valoraciones
me han hecho sentirme feliz.
Hoy,
sólo quiero agradecer a cuantas personas habéis leído el libro, a quién lo lea
más adelante, y a quien no pueda leerlo por cualquier causa, vuestro apoyo
continuo, porque me anima a seguir y porque demuestra que somos muchas personas
las que luchamos día a día, las que nos entregamos a esos niños y niñas que
tanto nos necesitan porque se encuentran con dificultades, muchas de ellas
ajenas al trastorno, generadas por la incomprensión de quienes conviven con
ellos en casa, el aula o la vida en general.
Mi
ilusión era escribir una trilogía. Falta el tercero y último, la visión de un
profesor comprometido, que existen, no desesperéis, es cuestión de esperar a
ver si te toca alguno de ellos. De momento por determinadas circunstancias
estoy trabajando en uno, al estilo de estos dos, pero sobre un caso real de
acoso escolar, de bullying. También me ha pasado como con estos, que una corriente
mediática haya hecho que parezca que me mueva por modas, pero me da igual, los problemas
no aparecen hoy para desparecer mañana sino que han habitado siempre con el ser
humano y lo realmente importante es luchar con todas nuestras fuerzas para
eliminarlos o aminorar sus consecuencias negativas. El tercero pues, tendrá que
esperar un poco. Ver la realidad tan cruda y descarnada que se vive en el mundo
educativo desde dentro, con corrientes continuas que hoy son la panacea y
mañana nadie recuerda, como ha ocurrido desde que yo conocí dicho mundo del que
un día me enamoré, con movimientos llenos de gurús de bolsillos repletos, de
vendedores de humo que algunos aspiran sin analizar sus consecuencias para
nuestros alumnos, me hace reprimir mis ganas de escribirlo. Tal vez deba
esperar a salir en unos años de esa corriente que todo lo arrastra, dejar que
pase algún tiempo hasta que toda esta locura deje el poso que realmente marque
la educación del futuro y el futuro de la educación, que todo lo que se está
cocinando en estos momentos deje lo que realmente necesitamos de verdad en los
centros educativos.
Mi
agradecimiento también a cuantos colaboraron en este libro, madres, padres, niños,
jóvenes, alumnos, profesionales, etc. que tanto ha ayudado a comprender la otra
cara del problema que genera el TDAH, el de la familia, y a ese montón de asociaciones
que han estado a mi lado, llenas de personas desinteresadas que luchas por
ayudar a quien a ellos se acerca.
A
todos muchas gracias por vuestra presencia constante. Seguiremos trabajando
juntos.
Javier
Lozano 26 - Febrero - 2017
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