Pasado
mañana día 19 de abril hará ya un año que, tras muchas ilusiones, veía la luz
un sueño. Me ha gustado escribir desde la adolescencia y conocí al TDAH de
verdad hace ya unos cuántos años, siete, ocho… no recuerdo bien. Uniendo la
afición a lo primero y mi preocupación por las consecuencias de lo segundo, que
yo veía en mis alumnos, decidí unir ambas surgiendo la historia de un niño como
Juanito, todo un personaje él, que ha conseguido entrar en muchos de vuestros
hogares y también, por lo que me habéis contado, en bastantes de vuestros
corazones.
Me
acuerdo las prisas que entraron a todo el mundo para que viera la luz unos días
antes del de San Jorge y de Aragón, con ocasión del día del libro en Zaragoza,
después de haber pasado meses a paso de tortuga entre preparativos editoriales,
correcciones y demás zarandajas previas, pero al final estaba ante mí. Aún
recuerdo la emoción al tener en mis manos los dos primeros ejemplares que me
trajo a clase el conserje. Mi reacción
fue dejar que mis alumnos de aquella clase se los pasaran y los pudieran ver en
sus manos. ¡Cómo para esconderles nada!
Desde
aquí simplemente quiero compartir con toda la gente que me ha ido siguiendo,
hayan leído el libro o no, a quien lo hizo posible, a los alumnos que
colaboraron con ilustraciones y a los que, sin saberlo, han contribuido a que
yo haya podido construir una historia en la que todo parece ficción a la vez
que una realidad totalmente posible con humildad, mucho esfuerzo e infinita
paciencia, a mi familia que colaboró en algún momento con su lectura e
ilustraciones pero, sobre todo, a quienes han tenido que soportarme en este año
en que Juanito ha sido en muchas ocasiones mi tema de conversación.
Una
mención muy especial a las personas que habéis realizado comentarios por
cualquier medio, desde Facebook, Twitter, mi blog, el correo electrónico, por teléfono o en
persona, y también a quienes habéis enviado fotos de Juanito desde todos
rincones de España e incluso desde países de Latinoamérica. Todavía siguen
llegando algunas de vez en cuando.
Ha
sido para mí un año muy especial, distinto, curioso, novedoso… en el que he
conocido a muchas personas de todo tipo, desde gente muy sencilla que ha sabido
mostrarme su gran cariño, hasta los que llamamos famosos, tanto si hablamos del
TDAH, como a nivel universitario, del deporte o del espectáculo, y que han
expresado también la humildad que, a los que vivimos de forma más discreta, nos
sorprende.
En
todo este tiempo Juanito me ha llevado de su mano a colegios, centros y
asociaciones de mi ciudad, pero también a distintos puntos de nuestra
geografía, comenzando por la memorable presentación en Badalona hasta mi visita
a Valencia, pasando por la maravillosa Sevilla con la presentación en Camas,
todas ellas llenas de cariño y gente impresionante.
Para
terminar, os contaré que la salida de la 2ª edición frenó un nuevo nacimiento.
Su publicación parece estar asegurada. En este caso, sin miedo a equivocarme,
creo que va a ser niña. Le pondré Carmen, ahora que los nombres de toda la
vida, sencillos y que pueden traernos muchos recuerdos infantiles están algo en
decadencia. Es la mamá de un niño con TDAH y que, como muchas madres, más de las
que sería deseable, se encuentra sola ante el problema de su hijo a pesar de
tener junto a ella un marido que en todo lo demás tal vez le apoya, pero en
este caso… ¿para qué? según él ya madurará con el tiempo, eso les pasa a todos
los niños a su edad. Carmen se verá obligada a buscarse la vida sin parar de ir
de un lado a otro hasta dar con algún atisbo de solución. ¿Se dará cuenta el
padre del niño más adelante que él es también una pieza clave en el proceso que
llevará a su hijo a tener una vida mejor? Espero que llegue a buen término este
nuevo alumbramiento y que, como Juanito, llegue Carmen a ocupar otro pedacito
de vuestro gran corazón.
Muchas
gracias a todos.
Javier
16/04/13
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