viernes, 15 de febrero de 2013

El sentido de la amistad



El sentido de la amistad siempre ha sido algo que me ha preocupado. Buscarlo, en mis prójimos más o menos cercanos, sigue siendo hoy en día una asignatura pendiente en mi vida. Simplemente me asusta encontrarme cara a cara con su inexistencia, que sea algo que viene y va, algo etéreo que sólo se usa y tira cuando se agota, cuando ya no se puede sacar más de ella, cuando ya no interesa. Profundizando en esto último llegaríamos a la conclusión de que eso no es amistad. Entonces, ¿existe realmente? Alguien, no recuerdo quien, lo leí hace algunos años, dijo que "los amigos van y viene, los enemigos se amontonan". ¡Pobre hombre! debió pasarlo muy mal. No estoy de acuerdo con él, creo no tener enemigos, al menos declarados oficialmente, pero ¿hay algo de cierto en la ida y venida de amigos?

He podido comprobar que los amigos que tienes hoy, mañana tal vez no los tengas. Multitud de ejemplos en nuestras vidas así lo atestiguan, tal vez las causas del abandono sean lo de menos, pero ¿existe de verdad la amistad? ¿la amistad verdadera? ¿La amistad sincera e incondicional? El amigo de verdad es aquel que viene en cuanto lo llamas, a veces, incluso aparece cuando lo necesitas hasta sin avisar. ¿Existe? ¿es real o un personaje de ficción? Yo en mi vida he conocido alguno que aún hoy perdura y que está con toda probabilidad muy cerca de esta figura. Creo que, realmente, el amigo en toda la extensión de la palabra, al cien por cien, no existe. Tal vez tú o yo tengamos la suerte de tener alguno que se acerca al ideal buscado, en el que podamos dar con el sentido de la amistad, si no por completo, sí para poder empezar a entender su concepto, tan manoseado y acosado siempre por el interés y la hipocresía más indeseable.

No olvides que el amigo, ese ser que todos deseamos tener a nuestro lado, tiene fallos y defectos como todos los demás, como tú y como yo. No por eso es menos amigo o está menos dispuesto a ser tu cómplice, tu sombra o la proyección de tus sentimientos. Al aceptarlo así, tal y como es, con sus grandezas y sus miserias, empezamos a forjarnos el ideal de amigo que necesitamos junto a nosotros.

Cómo vamos a dar con el amigo ideal si, por definición, el mejor de cada uno tendría que ser él mismo y si ni con nosotros mismos nos llevamos bien del todo, si ni por nosotros somos capaces de dar todo lo que llevamos dentro, ¿cómo lo vamos a dar por los demás?


                                                                       Javier

                                                                       20/11/96

2 comentarios:

  1. no podemos esperar la perfección en el otro cuando hasta nos fallamos a veces a nosotros mismos. Por eso creo que sí, que existen hermanos del alma, algún milagro en nuestra vida que se llama "amigo"... Un alma en dos cuerpos

    ResponderEliminar
  2. Como diría mi "mas mejor Amiga", este tema es chungo Javier...
    Yo creo que lo que nos pasa es que idealizamos en exceso la amistad, como el amor.
    Somos imperfectos y como tal es imposible no "fallar" nunca. Por eso yo creo que un amigo es aquel que te quiere y te sigue aguantando aunque le falles o le sigues soportando aunque te haga alguna que otra faena.
    Hay algo curioso que he podido comprobar muchas veces a lo largo de mi "complicada" existencia: hay veces que quien tu no tienes demasiado en cuenta, de pronto descubres que te considera una buena amiga, otras descubres de pronto una amistad donde ni siquiera la sospechabas...
    Creo que si existe la amistad, pero creo también que para gozar de ella no hay que ser muy exigente con lo que deseamos de ella.
    Si hay alguien a quien puedes llamar cuando tienes ganas de llorar, o de celebrar algo, porque sabes que te va a escuchar con E; aunque las circunstancias te impidan verle/a casi nunca, si respeta tus ideas y tus actos aunque no coincidan en absoluto con los suyos, si sabe darte un "adelante" aunque no sepa o no pueda darte una solución, si tu puedes hacer exactamente lo mismo por esa persona, ahí hay una buena amistad... Yo lo se muy bien¡¡

    ResponderEliminar