martes, 2 de septiembre de 2014

Mis nuevos alumn@s

Llegó septiembre y con él los exámenes, aunque este año sin tantas perlas como otros años, salvo que el delta de un río es lo que hay al principio de él o también lo que hay en el tejado. Vete tú a saber qué habrán pensado que les preguntaba, pero ya digo que esta vez poca cosa. Es hora pues de comenzar a pensar en lo que viene en pocos días.

Faltan poco más de diez días para conocer a ese nuevo manojo de chiquillos de primero de secundaria que llegan con caras asustadas con unos ojos que lo abarcan todo, después se van soltando muy despacio, preguntando todo lo preguntable, hasta lo que acabas de decirles, para en un tiempo no muy lejano comenzar a revolotear más de lo que sería deseable. Es normal. Si la cosa va medianamente bien, simplemente revolucionan la clase, especialmente en los cambios de asignatura, aunque ahí habría mucho que analizar y seguramente los profesores que cambian de clase tendrían mucho que decir.

Pasadas las primeras semanas, ya han ido tomando confianza y se han hecho al centro. Llega entonces la preocupación por las primeras calificaciones, las entrevistas con las familias aumentan al ver que todo ya está en marcha de verdad, aunque algunas, especialmente las de los alumnos que venían con algún problema bajo el brazo ya habían aparecido antes de que las asignaturas comenzaran a rodar.

Con el tiempo, estos chicos y chicas hoy entre expectantes y asustados, comienzan a conocerte bien y, al ver que estás para ayudarles en su camino, depositan en ti, su tutor, un cariño sin límites y comenzando a verte como alguien importante en sus vidas, al menos en estos momentos. Más adelante llegará la complicidad que en muchos casos, cuando se vayan, se convertirá en una amistad para siempre.

De momento, mientras llegan, tengo una gran ilusión por verles, por conocer a las personillas que formarán parte de mis desvelos, para bien y para mal, estos dos próximos cursos. Como escuché en la película “A toda velocidad” hace ya unos años… “extraño no equivale a enemigo, sino a un amigo que aún no hemos conocido”. Espero no fallarles y poder sacar de ellos lo mejor académicamente, pero sobre todo a nivel personal.


Javier Lozano 2 – septiembre - 2014

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